Diferencia entre arrullos y mantas de bebé

Antes de la llegada de los más pequeños, nos volvemos locas analizando los mejores textiles siendo conscientes de su importancia tanto para el descanso como para su bienestar. Las mantitas y arrullos, tan confundidos habitualmente, no son simples accesorios, sino que son elementos calve en la calidad del sueño, sensación de confort y seguridad de los recién nacidos. 

¿Qué es un arrullo?

Se trata de una manta diseñada con el fin de envolver a los recién nacidos de forma confortable y segura, recreando la seguridad que encontraba en el útero materno. Es una técnica milenaria el arrullar, conocida como "swaddling", ayuda en la vuelta a la calma de los bebés y facilita la conciliación del sueño reduciendo considerablemente los reflejos involuntarios que pueden llegar a interrumpir el sueño en mitad de la noche. 

Los arrullos se confeccionan habitualmente con dos capas de tejido en algodón orgánico o materiales similares, siendo una de la diferencia principal frente a las muselinas de una sola capa. Su diseño nos permite envolver al bebé manteniendo una temperatura adecuada sin sofocarlo, aspecto crucial durante los primeros meses de vida.

¿Qué diferencia a arrullos, mantas y muselinas?

Aunque los tres tienen como función principal abrigar al bebé, cada uno tiene características específicas que hay que tener en cuenta para elegir cual comprar para un recién nacido. 

Los arrullos están pensados específicamente para envolver al recién nacido con seguridad. Son ligeros, transpirables y fabricados con algodón. Su función principal es crear esa sensación de contención que ayuda a conciliar el sueño, especialmente durante los primeros tres o cuatro meses de vida. Resultan ideales tanto para casa como para salidas, manteniendo al bebé arropado sin exceso de calor.


Las mantas para bebé son más gruesas y menos elásticas y de uso más general. Están diseñadas principalmente para abrigar en climas más fríos. Su forma suele ser rectangular o cuadrada, y son más apropiadas para bebés algo más mayores para cubrir en el cochecito de paseo.


Las muselinas se elaboran con una única capa de gasa de algodón orgánico, con fibras abiertas haciéndolas mucho más ligeras y vaporosas. Ofrecen frescura en verano mientras mantienen al bebé arropado, y son increíblemente versátiles: sirven para envolver, como paño de lactancia, protector de cuna o incluso como objeto de apego conforme el bebé crece.

¿Cuándo usar arrullos, mantas o muselinas?

El uso de cada uno de estos textiles depende tanto de la edad del bebé como de la situación en cada caso, sinceramente en muchos casos ya depende de gustos.

Durante los primeros meses, los arrullos son indispensables para recrear el ambiente uterino y facilitar el descanso. La técnica de envolver ayuda notablemente a reducir el reflejo de Moro (ese sobresalto involuntario que despierta a los bebés), permitiéndoles dormir durante períodos más largos.

En días de calor intenso, las muselinas de gasa se convierten en la opción perfecta para hacer esta técnica de arrullar. Al tener un tejido transpirable evita el sobrecalentamiento mientras aporta al bebé esa sensación reconfortante de estar arropado. También funcionan excelentemente como cobertura ligera en el cochecito o durante la lactancia.

Por otro lado, las mantas son protagonistas sin lugar a duda en meses fríos del año. Son ideales para añadir una capa extra de abrigo en el cochecito, combinar con sacos de cuna, o simplemente para envolver al bebé durante momentos de descanso en casa. A medida que el bebé crece y ya no necesita ser envuelto, estas mantas se vuelven más prácticas para el día a día  en cualquier tipo de situaciones.

¿Cuál elegir según la época del año?

Cada estación requiere tejidos y grosores específicos para mantener al pequeño confortable sin riesgos de sobrecalentamiento o frío para nuestros bebés.

Textiles ideales para verano

Durante los meses cálidos, la prioridad es mantener al bebé fresco sin renunciar a esa sensación de seguridad que proporciona estar envuelto. Los arrullos de muselina o gasa de algodón orgánico son perfectos para esta época. Su tejido ligero y transpirable permite la circulación del aire, evitando la acumulación de calor corporal. Nuestros arrullos de gasa con su tejido súper transpirable, son la mejor opción que permite arrullar sin que el bebé pase calor.

Las muselinas de una sola capa también son buena elección en verano, ofrecen frescura mientras mantienen al bebé arropado y cómodo. Son perfectas para usar tanto de día como de noche, y su versatilidad las convierte en un imprescindible de la canastilla.

¿Y en entretiempo qué es mejor?

En periodos que no sabemos si hace frío o calor, nosotras recomendamos los arrullos de doble capa de algodón funcionan perfectamente, proporcionando abrigo moderado sin exceso. El arrullo de tricot, confeccionado en punto de alta calidad con algodón al cien por cien, es ideal como arrullo de hospital por su suavidad y textura, y perfecto para estas temporadas intermedias.

La mejor opción para el frío

El frío invernal exige textiles más densos y cálidos. Las mantas térmicas o con interior de borrego son indispensables para el cochecito de paseo. Nuestras mantas de borreguito, con interior de borrego y exterior en gasa o algodones estampados, proporciona ese plus de abrigo necesario en los días más fríos. Puede añadirse dentro del saco del capazo o usarse independientemente en cualquier espacio de descanso.

Los arrullos de bambú merecen mención especial para el invierno. El tejido de bambú es naturalmente hipoalergénico, más absorbente que el algodón y extremadamente suave, protegiendo la piel delicada del recién nacido. Además, tiene propiedades termorreguladoras que ayudan a mantener una temperatura corporal adecuada. El arrullo de bambú con exterior de gasa e interior de rizo de bambú es perfecto como primer arrullo de clínica, ofreciendo máxima suavidad durante esos primeros días cruciales.

¿Por qué arrullar mejora su descanso?

La práctica de envolver a los bebés no es una moda pasajera: responde a necesidades fisiológicas y emocionales fundamentales de los recién nacidos. Durante 9 meses, el bebé ha estado en un refugio cálido y seguro.   Envolver al bebé con un arrullo o toquilla adecuados recrea esa sensación de contención uterina, proporcionándole seguridad y calma. Esta técnica ha demostrado múltiples beneficios: ayuda a conciliar el sueño más rápidamente, reduce la frecuencia de despertares nocturnos al minimizar los reflejos involuntarios, y puede incluso contribuir a disminuir el llanto y la irritabilidad. 

Os dejamos en este link los Beneficios de arrullar al bebé. VER VÍDEO

Sin embargo, es fundamental aplicar una técnica correcta. El arrullo debe ser firme, pero nunca demasiado ajustado, especialmente en la zona de las caderas. El bebé debe poder mover las piernas con facilidad para favorecer el desarrollo saludable de las articulaciones. La Academia Americana de Pediatría recomienda envolver solo durante los primeros meses y suspender la práctica cuando el bebé comience a intentar darse la vuelta.

Imprescindibles de los recién nacidos

Al preparar la llegada del bebé, muchos padres se preguntan qué elementos son realmente necesarios. Los arrullos y mantas definitivamente pertenecen a la lista de imprescindibles, no como capricho decorativo sino como herramientas prácticas que marcarán diferencia en la rutina diaria.


Contar con varios arrullos de diferentes grosores permite una mayor adaptación al clima: uno ligero de gasa para verano, uno de doble capa para entretiempo, y uno térmico para invierno. Las muselinas, por su versatilidad, merecen tener varias unidades disponibles: sirven para envolver, cubrir durante la lactancia, proteger del sol en el cochecito, limpiar pequeños accidentes y convertirse en objeto de apego conforme el bebé crece.

Las mantas más gruesas, aunque no se usen desde el primer día, pronto se volverán aliadas en paseos fríos y siestas reconfortantes.

Tener una selección bien pensada de estos textiles no solo facilita el cuidado diario, sino que contribuye significativamente a la calidad del sueño del bebé, factor crucial para su desarrollo y para el bienestar de toda la familia.


Elegir arrullos y mantas de calidad, fabricados con materiales naturales y diseñados específicamente para las necesidades de los recién nacidos, es una inversión en el confort y la seguridad de tu bebé durante sus primeros e importantísimos meses de vida. 

 

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